Recordó que en el año 1999 llegó a trabajar a la Unison como conserje, y a lo largo del tiempo desarrolló diversas actividades como jardinero, trabajador de mantenimiento y chofer, para finalmente formar parte del equipo de Seguridad Universitaria, disfrutando siempre cada una de sus etapas.

“Siempre trabajé muy a gusto, no tuve problemas con nadie, con ninguna administración, siempre trabajando tranquilo, mi familia me dice que está bien. Ahora a seguirle adelante, pienso descansar un tiempo y luego lo que salga”, indicó.

Apoyado por su esposa Isabel Cristina López Burgueño, así como sus tres hijos y dos nietos, mencionó que se pensiona satisfecho por su trabajo en la Universidad de Sonora, y le alegra pensar que ahora podrá disponer de más tiempo para sus tareas personales, por lo que contempla visitar más seguido a sus nietos, y a algunos familiares.

Recordó que durante el paso de la pandemia de Covid-19 se vivieron momentos complicados para todo el personal, donde se detuvieron todas las actividades de la Universidad, y algunos trabajadores vulnerables fueron enviados a casa.

“Le agradezco a la Universidad de Sonora, trabajé muy a gusto, hice lo que iba a hacer, ya gracias a Dios tengo mi casita, mi carro, y por eso le digo a mi esposa, lo que viva hay que disfrutarlo. Voy a seguir adelante, pero sin un horario fijo”, finalizó.