En un país en el que, de acuerdo con datos de Inegi, los ciudadanos leen en promedio 3.8 libros, de los cuales sólo dos de cada diez lectores comprende totalmente lo que leyó, emprender acciones en favor de la lectura es casi como la lucha contra los molinos de Don Quijote.
Ante la ausencia de políticas públicas efectivas para fomentar la lectura, hay que apelar al heroísmo para promover entre la población el gusto por la lectura. Y el campus Santa Ana, de la Unidad Regional Norte de la alma mater, ha encabezado esa epopeya con un ligero sabor a cruzada.
Con muy buena respuesta de la población joven y adulta de la sociedad en general, se realiza el taller Tardes de Lectura y Café en el campus Santa Ana, con el fin de fomentar entre los habitantes el hábito de la lectura.
La actividad inició el pasado 5 de febrero poniendo a disposición de los asistentes un amplio acervo literario en todos los géneros y de interés general. En cada sesión se puede leer, analizar e intercambiar opiniones sobre la lectura que han elegido, compartió la docente Ana Bertha Martínez Durán, responsable del proyecto.
Comentó que este taller se desarrolla ciclo tras ciclo con el respaldo del Departamento de Ciencias Administrativas y Agropecuarias, y forma parte de la vinculación y difusión que la Universidad de Sonora mantiene con la sociedad santanense y de la región.
El taller se realiza todos los martes en la Sala del Estudiante, con una duración de dos horas por sesión, y la invitación es abierta al público en general para que disfruten del maravilloso mundo de los libros, que ayudan a ampliar los conocimientos y promueven la sana convivencia, mencionó la docente.
Es también una forma de fortalecer la preparación profesional de los estudiantes de los diferentes programas con actividades que apoyen las actividades académicas a lo largo del semestre, y a la vez puedan interactuar y convivir entre ellos, añadió Martínez Durán.
Según Inegi, cada vez que un habitante toma un material escrito, dedica en promedio 39 minutos continuos a leerlo: la población sin educación primaria y secundaria dedica 29 minutos por sesión de lectura; quienes estudiaron preparatoria dedican 34 minutos, y quienes tienen educación universitaria o más, leen 49 minutos cada sesión.
Además, cinco de cada diez mujeres leen por lo menos un libro al año, mientras que cuatro de cada diez hombres lee la misma cantidad en el mismo tiempo. Los varones, por cierto, leen más periódicos y artículos en internet.
Ante la ausencia de políticas públicas efectivas para fomentar la lectura, hay que apelar al heroísmo para promover entre la población el gusto por la lectura. Y el campus Santa Ana, de la Unidad Regional Norte de la alma mater, ha encabezado esa epopeya con un ligero sabor a cruzada.
Con muy buena respuesta de la población joven y adulta de la sociedad en general, se realiza el taller Tardes de Lectura y Café en el campus Santa Ana, con el fin de fomentar entre los habitantes el hábito de la lectura.
La actividad inició el pasado 5 de febrero poniendo a disposición de los asistentes un amplio acervo literario en todos los géneros y de interés general. En cada sesión se puede leer, analizar e intercambiar opiniones sobre la lectura que han elegido, compartió la docente Ana Bertha Martínez Durán, responsable del proyecto.
Comentó que este taller se desarrolla ciclo tras ciclo con el respaldo del Departamento de Ciencias Administrativas y Agropecuarias, y forma parte de la vinculación y difusión que la Universidad de Sonora mantiene con la sociedad santanense y de la región.
El taller se realiza todos los martes en la Sala del Estudiante, con una duración de dos horas por sesión, y la invitación es abierta al público en general para que disfruten del maravilloso mundo de los libros, que ayudan a ampliar los conocimientos y promueven la sana convivencia, mencionó la docente.
Es también una forma de fortalecer la preparación profesional de los estudiantes de los diferentes programas con actividades que apoyen las actividades académicas a lo largo del semestre, y a la vez puedan interactuar y convivir entre ellos, añadió Martínez Durán.
Según Inegi, cada vez que un habitante toma un material escrito, dedica en promedio 39 minutos continuos a leerlo: la población sin educación primaria y secundaria dedica 29 minutos por sesión de lectura; quienes estudiaron preparatoria dedican 34 minutos, y quienes tienen educación universitaria o más, leen 49 minutos cada sesión.
Además, cinco de cada diez mujeres leen por lo menos un libro al año, mientras que cuatro de cada diez hombres lee la misma cantidad en el mismo tiempo. Los varones, por cierto, leen más periódicos y artículos en internet.