Eduardo Alejandro Lozano Noriega cursa el octavo semestre de la carrera de Psicología en el campus Caborca y es uno de los miles usuarios del sistema bibliotecario de la institución, con la diferencia que él utiliza el Centro de Acceso a la Información para personas con Discapacidad Visual (Caidiv).
Vive con discapacidad visual desde bebé, pero ha logrado avanzar en su preparación académica y próximamente concluirá su carrera universitaria, pues el ser invidente no ha sido un obstáculo, sino una condición para demostrar que con dedicación y optimismo se pueden tener las mismas oportunidades, compartió en entrevista.
Tiene 21 años de edad y en la Unidad Regional Norte (URN) de la Universidad de Sonora lo tratan con respeto y como a cualquier otra persona.
Lozano Noriega comentó que en el Caidiv usa una computadora e impresora especial de la biblioteca de la Universidad, adaptada con tecnología de asistencia que lee en voz alta el texto, lo cual le permite redactar y leer.
“Ha sido de mucha ayuda, sobre todo en los primeros semestres de la carrera se trabaja con mucho material teórico y a veces ese material no está digitalizado”, explicó.
Entonces en el Caidiv, personal del sistema bibliotecario amablemente le imprimen en el sistema de lectoescritura braille o también escanean los textos para transcribir a Word y posteriormente se lo envían a su correo electrónico, dijo.
“Con el lector de pantalla que tiene mi computador puedo leer el texto tanto de libros como páginas web, y le doy bastante uso con los libros que me escanean aquí en la biblioteca”, indicó.
Eduardo Alejandro recordó que al ingresar a la Universidad de Sonora no conocía del Caidiv, pero personal de la biblioteca de puso en contacto con él para darle a conocer el servicio. De no haber contado con el servicio, añadió, hubiera sido más complicado estudiar, porque hay ocasiones que los materiales que requiere no están disponibles en PDF, como cuando iba a la preparatoria, y sus papás tenían que leerle los libros para que pudiera estudiar, dijo.
“El Caidiv ha sido una buena herramienta y ha hecho que yo sea más independiente, facilitándome el aprendizaje durante estos ocho semestres con el apoyo, además, de mis maestros, compañeros y todo el personal”, mencionó. Es un centro que todo estudiante con discapacidad visual debería de aprovechar, subrayó.
“A la fecha, y aun cuando cuento con la tecnología en mi teléfono, sigo utilizando este centro, incluso si es algún libro que está aquí en la biblioteca o si son copias que yo tengo que traer, no hay problema porque el personal lo escanea”, mencionó.
Eduardo dijo estar muy motivado porque sólo le resta un semestre para concluir la licenciatura, y a lo largo de su estancia en la Unison indicó que ha enfrentado situaciones de estrés como cualquier otro estudiante por las tareas o desvelarse estudiando, pero nada que le impida avanzar.
“Yo no me cierro a las oportunidades de la vida, lo peor que podemos hacer es ponernos obstáculos porque el límite nos lo ponemos nosotros mismos”, subrayó.
Le gustó la carrera de Psicología porque siempre se ha sentido muy identificado con el área de las Ciencias Sociales, compartió, y actualmente realiza las prácticas profesionales en el Instituto Sonorense de la Mujer, donde tendrá la oportunidad de participar en el diseño de un caso de intervención psicológica a un paciente.
“La psicología es un área muy importante porque te permite estudiar la conducta del ser humano, y pienso especializarse en psicología clínica, además de ser una carrera que está muy ligada con la comunicación, que es otra área que me gustaría estudiar más adelante”, expresó Eduardo Alejandro.
Lozano Noriega relató que él perdió la vista debido a una negligencia médica, ya que el nacer de manera prematura estuvo mucho tiempo en la incubadora y lamentablemente el oxígeno le quemó la retina; posteriormente, los médicos dieron un diagnóstico de retinopatía por oxigenoterapia.
Diariamente su papá o alguno de sus compañeros ya sea que pasan por él a su casa o se encuentran en algún punto cercano para apoyarlos en el trayecto, además el haber acudido a clases de orientación y movilidad a una escuela especial en Nogales, Arizona, le ha ayudado a caminar por las calles a veces solo, con el apoyo de su bastón.
Mantiene un promedio general arriba de 90 en kardex, y agregó que en un futuro le gustaría incursionar como psicólogo en el sector de la salud y áreas industriales, pues son espacios desde donde se puede aportar de manera solidaria y útil a la sociedad.
Ramón Tasabia Valencia, coordinador del sistema bibliotecario en el campus Caborca, recordó que la Universidad de Sonora cuenta con tres Caidiv, en Hermosillo, Navojoa y Caborca.
Recomendó a las personas con discapacidad visual hacer uso de este espacio para apoyar la integración de las personas con esa enfermedad a la educación superior, acercándoles la tecnología y la capacitación que les permita el fácil acceso a la información.
El equipo de cómputo del Caidiv y los programas especializados que les permitan acceder de manera ágil al uso de la tecnología adaptada por medio de escáner e impresor braille y equipo magnificador de textos, está permanentemente al alcance de este sector de la población, agregó Tasabia Valencia.
Enero 28 2020
Vive con discapacidad visual desde bebé, pero ha logrado avanzar en su preparación académica y próximamente concluirá su carrera universitaria, pues el ser invidente no ha sido un obstáculo, sino una condición para demostrar que con dedicación y optimismo se pueden tener las mismas oportunidades, compartió en entrevista.
Tiene 21 años de edad y en la Unidad Regional Norte (URN) de la Universidad de Sonora lo tratan con respeto y como a cualquier otra persona.
Lozano Noriega comentó que en el Caidiv usa una computadora e impresora especial de la biblioteca de la Universidad, adaptada con tecnología de asistencia que lee en voz alta el texto, lo cual le permite redactar y leer.
“Ha sido de mucha ayuda, sobre todo en los primeros semestres de la carrera se trabaja con mucho material teórico y a veces ese material no está digitalizado”, explicó.
Entonces en el Caidiv, personal del sistema bibliotecario amablemente le imprimen en el sistema de lectoescritura braille o también escanean los textos para transcribir a Word y posteriormente se lo envían a su correo electrónico, dijo.
“Con el lector de pantalla que tiene mi computador puedo leer el texto tanto de libros como páginas web, y le doy bastante uso con los libros que me escanean aquí en la biblioteca”, indicó.
Eduardo Alejandro recordó que al ingresar a la Universidad de Sonora no conocía del Caidiv, pero personal de la biblioteca de puso en contacto con él para darle a conocer el servicio. De no haber contado con el servicio, añadió, hubiera sido más complicado estudiar, porque hay ocasiones que los materiales que requiere no están disponibles en PDF, como cuando iba a la preparatoria, y sus papás tenían que leerle los libros para que pudiera estudiar, dijo.
“El Caidiv ha sido una buena herramienta y ha hecho que yo sea más independiente, facilitándome el aprendizaje durante estos ocho semestres con el apoyo, además, de mis maestros, compañeros y todo el personal”, mencionó. Es un centro que todo estudiante con discapacidad visual debería de aprovechar, subrayó.
“A la fecha, y aun cuando cuento con la tecnología en mi teléfono, sigo utilizando este centro, incluso si es algún libro que está aquí en la biblioteca o si son copias que yo tengo que traer, no hay problema porque el personal lo escanea”, mencionó.
Eduardo dijo estar muy motivado porque sólo le resta un semestre para concluir la licenciatura, y a lo largo de su estancia en la Unison indicó que ha enfrentado situaciones de estrés como cualquier otro estudiante por las tareas o desvelarse estudiando, pero nada que le impida avanzar.
“Yo no me cierro a las oportunidades de la vida, lo peor que podemos hacer es ponernos obstáculos porque el límite nos lo ponemos nosotros mismos”, subrayó.
Le gustó la carrera de Psicología porque siempre se ha sentido muy identificado con el área de las Ciencias Sociales, compartió, y actualmente realiza las prácticas profesionales en el Instituto Sonorense de la Mujer, donde tendrá la oportunidad de participar en el diseño de un caso de intervención psicológica a un paciente.
“La psicología es un área muy importante porque te permite estudiar la conducta del ser humano, y pienso especializarse en psicología clínica, además de ser una carrera que está muy ligada con la comunicación, que es otra área que me gustaría estudiar más adelante”, expresó Eduardo Alejandro.
Lozano Noriega relató que él perdió la vista debido a una negligencia médica, ya que el nacer de manera prematura estuvo mucho tiempo en la incubadora y lamentablemente el oxígeno le quemó la retina; posteriormente, los médicos dieron un diagnóstico de retinopatía por oxigenoterapia.
Diariamente su papá o alguno de sus compañeros ya sea que pasan por él a su casa o se encuentran en algún punto cercano para apoyarlos en el trayecto, además el haber acudido a clases de orientación y movilidad a una escuela especial en Nogales, Arizona, le ha ayudado a caminar por las calles a veces solo, con el apoyo de su bastón.
Mantiene un promedio general arriba de 90 en kardex, y agregó que en un futuro le gustaría incursionar como psicólogo en el sector de la salud y áreas industriales, pues son espacios desde donde se puede aportar de manera solidaria y útil a la sociedad.
Ramón Tasabia Valencia, coordinador del sistema bibliotecario en el campus Caborca, recordó que la Universidad de Sonora cuenta con tres Caidiv, en Hermosillo, Navojoa y Caborca.
Recomendó a las personas con discapacidad visual hacer uso de este espacio para apoyar la integración de las personas con esa enfermedad a la educación superior, acercándoles la tecnología y la capacitación que les permita el fácil acceso a la información.
El equipo de cómputo del Caidiv y los programas especializados que les permitan acceder de manera ágil al uso de la tecnología adaptada por medio de escáner e impresor braille y equipo magnificador de textos, está permanentemente al alcance de este sector de la población, agregó Tasabia Valencia.
Enero 28 2020