En un contexto sin precedentes, pero sin detener nunca los esfuerzos por continuar forjando hombres y mujeres de bien al servicio de la sociedad, el campus Caborca de la Universidad de Sonora celebra este 27 de noviembre 42 años de su fundación, y comparte con la comunidad el orgullo de continuar a la vanguardia en la calidad educativa.
La fundación del campus Caborca fue resultado de la iniciativa de un grupo de ciudadanos visionarios de esta ciudad y de las autoridades municipales de la época, que encontraron el respaldo de la Universidad de Sonora, para ofrecer estudios de nivel superior a los jóvenes del noroeste del estado. Así, nuestro campus abrió sus puertas el 27 de noviembre de 1978.
“A 42 años de distancia, los universitarios nos sentimos orgullosos de ofrecer no solamente programas educativos de calidad acreditada y pertinentes en el contexto regional, sino un espacio donde las y los jóvenes pueden desarrollarse integralmente como profesionales y científicos, cultivando, además, el pensamiento crítico y su capacidad de apreciación del arte y la cultura, la creatividad y el emprendimiento, en un marco de valores universales, formándose así como buenos ciudadanos”, señaló, el vicerrector de la Unidad Regional Norte URN, Luis Enrique Riojas Duarte.
El impacto que ha tenido la Universidad de Sonora en la región, a través del campus Caborca, se puede medir por la actividad que desarrollan sus más de 5,000 egresados, que hoy ocupan espacios en todos los sectores productivos de bienes y servicios, en la administración pública, en el sector educativo, en el área de la salud y en el empresariado.
Se refleja también en las aportaciones de sus estudiantes a través de las prácticas profesionales y el servicio social, por las soluciones que ha ofrecido a diversos problemas de la región, mediante la investigación y la transferencia del conocimiento y la tecnología y por su gran alcance en la difusión de las distintas manifestaciones del arte y la cultura hacia los espacios sociales. Todo ello, sin duda, ha contribuido a mejorar los niveles de bienestar de la población en el noroeste del Estado.
“En un contexto en el cual las actividades presenciales están sumamente limitadas, los universitarios le hemos respondido a la sociedad, continuando nuestras actividades en línea, ha sido un gran esfuerzo el que ha desplegado el personal académico y las y los estudiantes y sus familias, para superar los retos y dificultades que la situación actual nos impone”, aseveró Riojas Duarte en entrevista.
El vicerrector envío una fraternal felicitación a todos los universitarios, al personal docente, a las y los trabajadores administrativos y de servicios, a los miembros del patronato de fundadores, egresados y a la sociedad caborquense que durante 42 años ha cobijado a la Universidad de Sonora en Caborca.
Por su parte, Mario Gómez Quezada, docente con 40 años de trayectoria dentro de este campus, expresó que ha sido toda una vida dentro de la institución, una experiencia muy gratificante formar parte de esta comunidad universitaria, vivir el desarrollo y convivir con tantas generaciones de alumnos y compañeros.
“Iniciamos con muchas carencias, pero con muchas ganas todos, y poco a poco fue mejorando con el apoyo institucional en el desarrollo de infraestructura y nuestros programas educativos, por lo que hoy en día existe una gran fortaleza en cuanto a la planta académica”, comentó en entrevista.
Gómez Quezada ingresó a laborar a la Unison en octubre de 1980, por lo que ha sido testigo de una interminable lista de mejoras, de tal forma que actualmente, a más de 40 años, la transformación es abismal.
“Y todo para bien afortunadamente, obviamente nos falta mucho por hacer porque nunca podemos decir que se concluyó con la mejora continua en la calidad de nuestros programas educativos porque eso es permanente, seguimos en eso”, recalcó.
En el campus Caborca se han ido cerrando brechas respecto a la calidad de los programas homólogos de la Unidad Regional Centro, incluso algunos están dentro del padrón de alto rendimiento de EGEL Ceneval, lo cual es un indicador de calidad muy importante como la acreditación de los programas educativos, detalló Gómez Quezada.
Como parte de la planta docente pilar, dijo sentirse orgullo de haber aportado un granito para el desarrollo en estos primeros 42 años de existencia.
Destacó el legado y contribución de los fundadores del campus, muchos de los cuales se han adelantado en el camino, y recordó que fue su hermano Juan Gómez Quezada a quien le tocó realizar las gestiones de la extensión educativa y ser el primer coordinador ejecutivo del campus Caborca en 1978.
Recordó que su hermano mayor formó parte de la Facultad de Ciencias Químicas y luego el rector en ese entonces, Alfonso Castellano Idiáquez, le encomendó venir a Caborca a fundar lo que sería el segundo campus foráneo de la Universidad de Sonora.
Posteriormente, por azares del destino, su hermano Juan tuvo que regresar a Monterrey, y Mario llegó a Caborca para incorporarse a la planta docente por invitación del entonces coordinador ejecutivo Mario Juárez Betancourt.
“Yo ingresó a laborar en octubre de 1980, cosa curiosa, él sale de la Universidad de Sonora el 30 de septiembre de 1980 y yo entró el 1 de octubre de 1980, por lo que nunca coincidimos en nómina”, recordó el catedrático a manera de anécdota.
Originario de Chihuahua, Gómez Quezada cursó sus estudios de Ingeniería en Electrónica por el Tecnológico de Monterrey con postgrado en Ciencias Computacionales.
Empezó impartiendo las materias de matemáticas, física, electromagnetismo, programación de computadora, cálculo, pero a lo largo de cuatro décadas ha ocupado diversos cargos institucionales, como director de carrera, lo que ahora es jefe de Departamento, coordinador de programa, coordinador de Educadis (Educación a distancia), secretario del Coordinador (secretaría de Unidad), secretario de División, jefe de Departamento y actualmente director de la División de Ciencias e Ingenierías.
“Estuve como encargado de la primera computadora que llegó al campus Caborca y me tocó hacer un poco de software para sacar listas de los alumnos y las calificaciones de los maestros”, recordó.
Curiosamente, en alguna época fue responsable de la Educación a Distancia, por lo que ahora con la contingencia sanitaria, se ha sentido familiarizado con el sistema de trabajo virtual.
“La gran mayoría nos ponemos las pilas y nos ponemos a trabajar y empezamos a convertir nuestros propios cursos en material mucho más didáctico para que sean una guía para los jóvenes en este nuevo sistema.
Considera que esta nueva modalidad está funcionando cada vez y dando mejores resultados, y tanto alumnos como docentes van acoplándose mejor, pero obviamente que no es lo mismo porque la interacción personal del profesor con los jóvenes es fundamental, agregó.
“Mi experiencia de vida, prácticamente toda mi vida me la he pasado aquí formando parte de esta comunidad, muy agradecido con esta institución, yo estoy en la recta final, muy pronto estaré retirado, pero llevo un gran recuerdo”, enfatizó.
Esteban Lara Espinoza, recién egresado del campus Caborca, dijo estar orgulloso de observar el gran avance de la alma mater, y a que pesar las circunstancias no se ha detenido, sino al contrario: trabaja intensamente para hacerle frente.
“Hemos podido seguir con nuestras labores en una nueva modalidad que ha dado a denotar factores que se necesitan mejorar, ya que nadie se encontraba preparado para dicha situación, pero a lo largo del año hemos ido superado cada uno de ellos, ya que como lo dice el slogan de nuestra institución, somos búhos y volamos alto”, expresó el egresado del programa Químico Biólogo Clínico.
De igual forma, Génesis Medina Vázquez, alumna del programa de Administración, expresó su emoción porque aun a la distancia los lazos como comunidad universitaria siguen firmes y con muchas esperanzas por fortalecer la calidad educativa.
“El 42 aniversario de nuestra querida Universidad nos encuentra transitando un escenario muy diferente que nunca nos imaginamos y sin poder festejar, son tiempos que nos ponen a prueba tanto a los estudiantes, como a la sociedad en general”, puntualizó.
Noviembre 27 2020
La fundación del campus Caborca fue resultado de la iniciativa de un grupo de ciudadanos visionarios de esta ciudad y de las autoridades municipales de la época, que encontraron el respaldo de la Universidad de Sonora, para ofrecer estudios de nivel superior a los jóvenes del noroeste del estado. Así, nuestro campus abrió sus puertas el 27 de noviembre de 1978.
“A 42 años de distancia, los universitarios nos sentimos orgullosos de ofrecer no solamente programas educativos de calidad acreditada y pertinentes en el contexto regional, sino un espacio donde las y los jóvenes pueden desarrollarse integralmente como profesionales y científicos, cultivando, además, el pensamiento crítico y su capacidad de apreciación del arte y la cultura, la creatividad y el emprendimiento, en un marco de valores universales, formándose así como buenos ciudadanos”, señaló, el vicerrector de la Unidad Regional Norte URN, Luis Enrique Riojas Duarte.
El impacto que ha tenido la Universidad de Sonora en la región, a través del campus Caborca, se puede medir por la actividad que desarrollan sus más de 5,000 egresados, que hoy ocupan espacios en todos los sectores productivos de bienes y servicios, en la administración pública, en el sector educativo, en el área de la salud y en el empresariado.
Se refleja también en las aportaciones de sus estudiantes a través de las prácticas profesionales y el servicio social, por las soluciones que ha ofrecido a diversos problemas de la región, mediante la investigación y la transferencia del conocimiento y la tecnología y por su gran alcance en la difusión de las distintas manifestaciones del arte y la cultura hacia los espacios sociales. Todo ello, sin duda, ha contribuido a mejorar los niveles de bienestar de la población en el noroeste del Estado.
“En un contexto en el cual las actividades presenciales están sumamente limitadas, los universitarios le hemos respondido a la sociedad, continuando nuestras actividades en línea, ha sido un gran esfuerzo el que ha desplegado el personal académico y las y los estudiantes y sus familias, para superar los retos y dificultades que la situación actual nos impone”, aseveró Riojas Duarte en entrevista.
El vicerrector envío una fraternal felicitación a todos los universitarios, al personal docente, a las y los trabajadores administrativos y de servicios, a los miembros del patronato de fundadores, egresados y a la sociedad caborquense que durante 42 años ha cobijado a la Universidad de Sonora en Caborca.
Por su parte, Mario Gómez Quezada, docente con 40 años de trayectoria dentro de este campus, expresó que ha sido toda una vida dentro de la institución, una experiencia muy gratificante formar parte de esta comunidad universitaria, vivir el desarrollo y convivir con tantas generaciones de alumnos y compañeros.
“Iniciamos con muchas carencias, pero con muchas ganas todos, y poco a poco fue mejorando con el apoyo institucional en el desarrollo de infraestructura y nuestros programas educativos, por lo que hoy en día existe una gran fortaleza en cuanto a la planta académica”, comentó en entrevista.
Gómez Quezada ingresó a laborar a la Unison en octubre de 1980, por lo que ha sido testigo de una interminable lista de mejoras, de tal forma que actualmente, a más de 40 años, la transformación es abismal.
“Y todo para bien afortunadamente, obviamente nos falta mucho por hacer porque nunca podemos decir que se concluyó con la mejora continua en la calidad de nuestros programas educativos porque eso es permanente, seguimos en eso”, recalcó.
En el campus Caborca se han ido cerrando brechas respecto a la calidad de los programas homólogos de la Unidad Regional Centro, incluso algunos están dentro del padrón de alto rendimiento de EGEL Ceneval, lo cual es un indicador de calidad muy importante como la acreditación de los programas educativos, detalló Gómez Quezada.
Como parte de la planta docente pilar, dijo sentirse orgullo de haber aportado un granito para el desarrollo en estos primeros 42 años de existencia.
Destacó el legado y contribución de los fundadores del campus, muchos de los cuales se han adelantado en el camino, y recordó que fue su hermano Juan Gómez Quezada a quien le tocó realizar las gestiones de la extensión educativa y ser el primer coordinador ejecutivo del campus Caborca en 1978.
Recordó que su hermano mayor formó parte de la Facultad de Ciencias Químicas y luego el rector en ese entonces, Alfonso Castellano Idiáquez, le encomendó venir a Caborca a fundar lo que sería el segundo campus foráneo de la Universidad de Sonora.
Posteriormente, por azares del destino, su hermano Juan tuvo que regresar a Monterrey, y Mario llegó a Caborca para incorporarse a la planta docente por invitación del entonces coordinador ejecutivo Mario Juárez Betancourt.
“Yo ingresó a laborar en octubre de 1980, cosa curiosa, él sale de la Universidad de Sonora el 30 de septiembre de 1980 y yo entró el 1 de octubre de 1980, por lo que nunca coincidimos en nómina”, recordó el catedrático a manera de anécdota.
Originario de Chihuahua, Gómez Quezada cursó sus estudios de Ingeniería en Electrónica por el Tecnológico de Monterrey con postgrado en Ciencias Computacionales.
Empezó impartiendo las materias de matemáticas, física, electromagnetismo, programación de computadora, cálculo, pero a lo largo de cuatro décadas ha ocupado diversos cargos institucionales, como director de carrera, lo que ahora es jefe de Departamento, coordinador de programa, coordinador de Educadis (Educación a distancia), secretario del Coordinador (secretaría de Unidad), secretario de División, jefe de Departamento y actualmente director de la División de Ciencias e Ingenierías.
“Estuve como encargado de la primera computadora que llegó al campus Caborca y me tocó hacer un poco de software para sacar listas de los alumnos y las calificaciones de los maestros”, recordó.
Curiosamente, en alguna época fue responsable de la Educación a Distancia, por lo que ahora con la contingencia sanitaria, se ha sentido familiarizado con el sistema de trabajo virtual.
“La gran mayoría nos ponemos las pilas y nos ponemos a trabajar y empezamos a convertir nuestros propios cursos en material mucho más didáctico para que sean una guía para los jóvenes en este nuevo sistema.
Considera que esta nueva modalidad está funcionando cada vez y dando mejores resultados, y tanto alumnos como docentes van acoplándose mejor, pero obviamente que no es lo mismo porque la interacción personal del profesor con los jóvenes es fundamental, agregó.
“Mi experiencia de vida, prácticamente toda mi vida me la he pasado aquí formando parte de esta comunidad, muy agradecido con esta institución, yo estoy en la recta final, muy pronto estaré retirado, pero llevo un gran recuerdo”, enfatizó.
Esteban Lara Espinoza, recién egresado del campus Caborca, dijo estar orgulloso de observar el gran avance de la alma mater, y a que pesar las circunstancias no se ha detenido, sino al contrario: trabaja intensamente para hacerle frente.
“Hemos podido seguir con nuestras labores en una nueva modalidad que ha dado a denotar factores que se necesitan mejorar, ya que nadie se encontraba preparado para dicha situación, pero a lo largo del año hemos ido superado cada uno de ellos, ya que como lo dice el slogan de nuestra institución, somos búhos y volamos alto”, expresó el egresado del programa Químico Biólogo Clínico.
De igual forma, Génesis Medina Vázquez, alumna del programa de Administración, expresó su emoción porque aun a la distancia los lazos como comunidad universitaria siguen firmes y con muchas esperanzas por fortalecer la calidad educativa.
“El 42 aniversario de nuestra querida Universidad nos encuentra transitando un escenario muy diferente que nunca nos imaginamos y sin poder festejar, son tiempos que nos ponen a prueba tanto a los estudiantes, como a la sociedad en general”, puntualizó.
Noviembre 27 2020