La crisis por Covid-19 agudizó las fallas del sistema económico social, y existen interrogantes que la sociedad se está haciendo ante los problemas de desigualad, de falta de acceso a recursos y a las medicinas, aseveró el profesor investigador de la Universidad de Sonora, José Guadalupe Rodríguez Gutiérrez.
En su conferencia magistral Reconfiguración de las Ciencias Sociales en el contexto de la contingencia y las comunidades transfronterizas, planteó algunos problemas que se agudizaron en esta coyuntura: se consolida una clase social precaria, problemas en la producción y distribución, hay concentración de la riqueza y mayor desigualdad.
“La cuestión ahora es ver qué enfoques epistemológicos se tendrán que replantear desde las Ciencias Sociales, los científicos sociales estamos tres pasos atrás de las vivencias empíricas que nos permitan comprender qué es lo que está sucediendo “, reflexionó.
En su participación en la II Jornada Internacional de Difusión y Fomento a la investigación de las Ciencias Sociales en el campus Caborca de Unidad Regional Norte URN), realizó una presentación de las características del modelo productivo y qué ha implicado durante la contingencia, con el objetivo, dijo, de invitar a los docentes y alumnos a repensar el método para interpretar la realidad social desde una perspectiva ampliada.
La severa crisis del modelo económico implica la desigualdad social y la precariedad; presenta una serie de paradojas que deben ser reflexionadas desde las ciencias sociales, insistió el investigador y coordinador del Posgrado Integral de Ciencias Sociales (PICS)de la Universidad Sonora.
Hay una concentración de la pobreza que no permite dinamizar a las economías, el 8 % de la población mundial concentra el 84% de la riqueza global; el 71% de la población mundial solo se queda con el 3% de la riqueza es decir esta concentración de la riqueza genera rigideces en el consumo y todas las políticas de bienestar.
65 millones de trabajadores en el mundo están en la informalidad, el empleo formal pudiera ser un empleo permanente y entonces esto implicaría nuevas metodologías para explicar nuevas formas de trabajo, indicó Rodríguez Gutiérrez.
Al hablar del mercado laboral mexicano resaltó que la monopolización de la riqueza y las desigualdades sociales generan condiciones precarias en los trabajadores, siendo las féminas las más afectadas pues reciben 23% de sus ingresos menores frente a los varones, es decir, se necesitarían 200 años para lograr la igualdad en condiciones en términos de salarios, expresó.
Las mujeres, sobre todo las migrantes están insuficientemente representadas en el sector informal en todo el mundo; en los países en desarrollo, el sector informal es la principal fuente de empleo para las mujeres, aseveró. “Hemos pasado de un mundo del trabajador proletario al mundo del trabajador precario y un Estado que se alejó del bienestar del trabajador con la desaparición de la lucha obrera”, expresó.
Desde 1994 con la firma del Tratado de Libre Comercio TLC se han implementado políticas restrictivas con un salario restrictivo, la disminución del salario real ha ido disminuyendo en los últimos 25 años lo cual genera la disminución de la clase media, sostuvo.
Analizó la composición del mercado laboral en México, en donde hay 23 millones 987 mil 92 trabajadores formales y 30 millones 949 mil 627 informales, y durante la pandemia por covid-19 se registraron alrededor de 11.8 millones de desempleados, según el Instituto Nacional de Estadísticas, Geografía e Informática (Inegi).
Además, hay alrededor de 12 millones de personas trabajando por su cuenta frente a un ejército de 38 millones trabajadores subordinados, lo cual deduce que no hay espíritu empresarial, y ese es otro paradigma para las Ciencias Sociales, señaló.
“Hay quienes nos señalan que en las universidades los educamos para ser empleados y no empresarios, y esa es una importante reflexión que habría que hacernos y también analizar los contenidos curriculares con una perspectiva ampliada”, consideró.
Por último, habló de la frontera como algo que debe ser vista como un recurso y un elemento de potencialidad y no como límite nacional, indicó, pues representa una dinámica transfronteriza con el cruce de mercancías, turismo y trabajadores además del mercado de trabajo trasnacional itinirenante.
Antes de concluir su participación, resaltó la trascendencia de las Jornadas Internacionales de Difusión y Fomento a la Investigación en Ciencias Sociales, no solo por el reto paradigmático que representa el gran confinamiento del siglo XXI por el covid, sino por las interrogantes de cómo se va a traducir y qué retos implica para esta disciplina, expresó.
José Guadalupe Rodríguez Gutiérrez es doctor en Estudios Sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana, Postdoctorado por el Colegio Sonora, maestría en Ciencias Sociales por el Colegio de Sonora, maestría en Migración Internacional por el Colegio de la Frontera Norte, es miembro del Sistema Nacional de Investigadores SNI y Coordinador del Programa Integral de Ciencias Sociales de la Universidad de Sonora.
Publicado el 29 de septiembre
En su conferencia magistral Reconfiguración de las Ciencias Sociales en el contexto de la contingencia y las comunidades transfronterizas, planteó algunos problemas que se agudizaron en esta coyuntura: se consolida una clase social precaria, problemas en la producción y distribución, hay concentración de la riqueza y mayor desigualdad.
“La cuestión ahora es ver qué enfoques epistemológicos se tendrán que replantear desde las Ciencias Sociales, los científicos sociales estamos tres pasos atrás de las vivencias empíricas que nos permitan comprender qué es lo que está sucediendo “, reflexionó.
En su participación en la II Jornada Internacional de Difusión y Fomento a la investigación de las Ciencias Sociales en el campus Caborca de Unidad Regional Norte URN), realizó una presentación de las características del modelo productivo y qué ha implicado durante la contingencia, con el objetivo, dijo, de invitar a los docentes y alumnos a repensar el método para interpretar la realidad social desde una perspectiva ampliada.
La severa crisis del modelo económico implica la desigualdad social y la precariedad; presenta una serie de paradojas que deben ser reflexionadas desde las ciencias sociales, insistió el investigador y coordinador del Posgrado Integral de Ciencias Sociales (PICS)de la Universidad Sonora.
Hay una concentración de la pobreza que no permite dinamizar a las economías, el 8 % de la población mundial concentra el 84% de la riqueza global; el 71% de la población mundial solo se queda con el 3% de la riqueza es decir esta concentración de la riqueza genera rigideces en el consumo y todas las políticas de bienestar.
65 millones de trabajadores en el mundo están en la informalidad, el empleo formal pudiera ser un empleo permanente y entonces esto implicaría nuevas metodologías para explicar nuevas formas de trabajo, indicó Rodríguez Gutiérrez.
Al hablar del mercado laboral mexicano resaltó que la monopolización de la riqueza y las desigualdades sociales generan condiciones precarias en los trabajadores, siendo las féminas las más afectadas pues reciben 23% de sus ingresos menores frente a los varones, es decir, se necesitarían 200 años para lograr la igualdad en condiciones en términos de salarios, expresó.
Las mujeres, sobre todo las migrantes están insuficientemente representadas en el sector informal en todo el mundo; en los países en desarrollo, el sector informal es la principal fuente de empleo para las mujeres, aseveró. “Hemos pasado de un mundo del trabajador proletario al mundo del trabajador precario y un Estado que se alejó del bienestar del trabajador con la desaparición de la lucha obrera”, expresó.
Desde 1994 con la firma del Tratado de Libre Comercio TLC se han implementado políticas restrictivas con un salario restrictivo, la disminución del salario real ha ido disminuyendo en los últimos 25 años lo cual genera la disminución de la clase media, sostuvo.
Analizó la composición del mercado laboral en México, en donde hay 23 millones 987 mil 92 trabajadores formales y 30 millones 949 mil 627 informales, y durante la pandemia por covid-19 se registraron alrededor de 11.8 millones de desempleados, según el Instituto Nacional de Estadísticas, Geografía e Informática (Inegi).
Además, hay alrededor de 12 millones de personas trabajando por su cuenta frente a un ejército de 38 millones trabajadores subordinados, lo cual deduce que no hay espíritu empresarial, y ese es otro paradigma para las Ciencias Sociales, señaló.
“Hay quienes nos señalan que en las universidades los educamos para ser empleados y no empresarios, y esa es una importante reflexión que habría que hacernos y también analizar los contenidos curriculares con una perspectiva ampliada”, consideró.
Por último, habló de la frontera como algo que debe ser vista como un recurso y un elemento de potencialidad y no como límite nacional, indicó, pues representa una dinámica transfronteriza con el cruce de mercancías, turismo y trabajadores además del mercado de trabajo trasnacional itinirenante.
Antes de concluir su participación, resaltó la trascendencia de las Jornadas Internacionales de Difusión y Fomento a la Investigación en Ciencias Sociales, no solo por el reto paradigmático que representa el gran confinamiento del siglo XXI por el covid, sino por las interrogantes de cómo se va a traducir y qué retos implica para esta disciplina, expresó.
José Guadalupe Rodríguez Gutiérrez es doctor en Estudios Sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana, Postdoctorado por el Colegio Sonora, maestría en Ciencias Sociales por el Colegio de Sonora, maestría en Migración Internacional por el Colegio de la Frontera Norte, es miembro del Sistema Nacional de Investigadores SNI y Coordinador del Programa Integral de Ciencias Sociales de la Universidad de Sonora.
Publicado el 29 de septiembre