Maestro Valles Grosso llega a su jubilación en campus Caborca luego de 43 años de servicio.

NOTICIAS Haydeé Gaxiola

Luego de 43 años ininterrumpidos de servicio para la Universidad de Sonora, Unidad Regional Norte, Marco Antonio Valles Grosso concluye su vida laboral como docente de tiempo completo en el campus Caborca para hacer efectiva su jubilación, llevándose grandes experiencias y aprendizajes.

Mientras guardaba cientos de archivos, libros, reconocimientos, entre otras cosas, Valles Grosso recordó que en 1979 llegó a Caborca luego de haber estudiado Filosofía en el Seminario de la Arquidiócesis de Hermosillo; esta experiencia le ayudó a desempeñarse como bibliotecario del entonces recién inaugurado campus; “el campus se encontraba en otra ubicación, la biblioteca era una bodega con tablones de madera que reposaban en blocks, rústicos, pero cumplían su propósito”, indicó.

Al mismo tiempo que cumplía con su trabajo, y su función como delegado del STAUS y STEUS, decide continuar preparándose, cursa la Licenciatura en Derecho, y en 1985 obtiene plaza como docente de tiempo completo indeterminado.

“A gente como a mí nos tocó una universidad sin tecnología, y la universidad con tecnología en la actualidad; y la más grande aventura que creo se ha pasado en cuanto a tecnología, fue la cuestión de la pandemia. Al inicio de la pandemia, era difícil porque no hay punto de comparación de tener un proceso educativo virtual a tenerlo en el aula, el gran problema era que no podía estar viendo a los alumnos en clase,” aseveró.

También expresó: “El sindicato debe preocuparse porque los maestros seamos mejores maestros, y que los trabajadores sean mejores trabajadores, porque somos servidores, y debemos servir principalmente al alumno, el rol que tenemos está en relación a prestarle ese servicio”.

Al finalizar, el docente dijo que quiere dejar un importante mensaje para los jóvenes que están en etapa de buscar su formación académica.
“La mejor manera en que uno puede adquirir conocimiento es a través de ser un buen lector, aprender a leer, y en ninguna carrera vamos a salir trabajando adecuadamente por el conocimiento que adquiramos en la universidad, la universidad nos da a conocer los temas, pero antes de terminar el muchacho debe buscar donde colocarse para tomar experiencia”, concluyó.

Es así como el oriundo del municipio de Cananea se retira del alma mater, al culminar su ciclo en la docencia e iniciar uno nuevo con más tiempo para pasar en familia al lado de su esposa María Guadalupe García López, hijos y nietos; y sin adelantarse mucho al futuro, comentó que se dedicará a desenvolverse como abogado, que tanto le apasiona.