Haydeé Gaxiola
Luego de poco más de 36 años de servicio como docente de la Universidad de Sonora campus Caborca, María del Rosario Quintanar Gallardo concluye satisfactoriamente su vida laboral para formar parte de los búhos jubilados de la Alma Mater.
Con sentimientos encontrados y la nostalgia de culminar su labor en la institución, Quintanar Gallardo se despide este día de su oficina, compañeros, alumnos y amigos que la han acompañado durante su trayectoria.
Es licenciada en Administración de Empresas, con maestría y doctorado en Educación, y recordó que inició sus labores en la Universidad el 23 de marzo de 1987, como maestra de una clase de Introducción a las Finanzas, y poco a poco fue obteniendo más grupos.
A su paso por el Alma Mater estuvo en tres períodos como Coordinadora del programa de Licenciatura en Administración, y el último cargo que atendió fue la Jefatura del Departamento de Ciencias Económico Administrativas.
“Siempre transité en el área de la administración, ventas, publicidad, recursos humanos, que son las materias más fuertes para mí. Creo que los tiempos son los tiempos, me encanta la docencia, pero pienso descansar un tiempo y buscar algo que hacer, viajar, me gustan mucho las ventas y la atención al cliente, pero quisiera algo más tranquilo”, indicó.
Quintanar Gallardo dijo que fue curioso como su última clase le tocó en la misma aula donde inició como docente, y manifestó que se siente satisfecha con el trabajo realizado y el aprendizaje que se lleva de las aulas y compañeros, además de estar siempre agradecida con la Universidad de Sonora por haberle dado un trabajo tan noble.
“Creo que la Universidad necesita sangre nueva, todo en esta vida tiene un ciclo, después de 36 años no es la misma, los muchachos merecen gente nueva, ideas nuevas, alguien que compagine más con su forma de pensar, por esa razón siempre dije, llegando mi jubilación me voy”, aseveró.
Agradeció a su familia, quienes siempre la han apoyado, planea pasar más tiempo con su esposo e hijos, quienes dijo se encuentran sumamente contentos por esta nueva etapa en su vida.
“A los alumnos les quiero dejar como mensaje que aprovechen todo lo que la Universidad les ofrece ya que es una institución de mucho renombre que los cobija no solo académicamente, ya que nos volvemos una familia, sean autodidactas, el día que salgan no se olviden de la Universidad”, finalizó.
Luego de poco más de 36 años de servicio como docente de la Universidad de Sonora campus Caborca, María del Rosario Quintanar Gallardo concluye satisfactoriamente su vida laboral para formar parte de los búhos jubilados de la Alma Mater.
Con sentimientos encontrados y la nostalgia de culminar su labor en la institución, Quintanar Gallardo se despide este día de su oficina, compañeros, alumnos y amigos que la han acompañado durante su trayectoria.
Es licenciada en Administración de Empresas, con maestría y doctorado en Educación, y recordó que inició sus labores en la Universidad el 23 de marzo de 1987, como maestra de una clase de Introducción a las Finanzas, y poco a poco fue obteniendo más grupos.
A su paso por el Alma Mater estuvo en tres períodos como Coordinadora del programa de Licenciatura en Administración, y el último cargo que atendió fue la Jefatura del Departamento de Ciencias Económico Administrativas.
“Siempre transité en el área de la administración, ventas, publicidad, recursos humanos, que son las materias más fuertes para mí. Creo que los tiempos son los tiempos, me encanta la docencia, pero pienso descansar un tiempo y buscar algo que hacer, viajar, me gustan mucho las ventas y la atención al cliente, pero quisiera algo más tranquilo”, indicó.
Quintanar Gallardo dijo que fue curioso como su última clase le tocó en la misma aula donde inició como docente, y manifestó que se siente satisfecha con el trabajo realizado y el aprendizaje que se lleva de las aulas y compañeros, además de estar siempre agradecida con la Universidad de Sonora por haberle dado un trabajo tan noble.
“Creo que la Universidad necesita sangre nueva, todo en esta vida tiene un ciclo, después de 36 años no es la misma, los muchachos merecen gente nueva, ideas nuevas, alguien que compagine más con su forma de pensar, por esa razón siempre dije, llegando mi jubilación me voy”, aseveró.
Agradeció a su familia, quienes siempre la han apoyado, planea pasar más tiempo con su esposo e hijos, quienes dijo se encuentran sumamente contentos por esta nueva etapa en su vida.
“A los alumnos les quiero dejar como mensaje que aprovechen todo lo que la Universidad les ofrece ya que es una institución de mucho renombre que los cobija no solo académicamente, ya que nos volvemos una familia, sean autodidactas, el día que salgan no se olviden de la Universidad”, finalizó.