Esta obra fue escrita por Tomás Urtusástegui, con la producción de La Chiripa Teatro, bajo la dirección de la maestra Elsa Marina Prieto Arrizón, donde se dejan entrever diversas personalizades de siete individuos que quedan atrapados en el elevador de un viejo edificio por una hora.

Risas, llanto, gritos, ruidos de todo tipo, llevan a cada una de las personas atrapadas, a pasar 60 minutos de angustia tras quedar atrapadas y completamente desconectados del exterior, sin tener alguna manera de pedir auxilio o que alguien los escuche.

En la presentación, los integrantes de La Chiripa dieron muestra del talento histriónico con el que cuentan, al arrebatar las carcajadas en cada uno de los asistentes al auditorio, quienes ovacionaron la presentación.

SE DESPIDE ELSA MARINA

Al concluir la obra, los jóvenes sorprendieron a su maestra Elsa Marina, ya que ésta fue la última producción realizada dentro del Alma Mater, debido a que está por llegar su jubilación, luego de 23 años de dedicarse a este arte.

Susana Angélica Pastrana Corral, directora administrativa del campus, agradeció a Prieto Arrizón por su entrega y pasión al compartir su experiencia con los alumnos a lo largo de su trayectoria académica, y le hizo entrega de un reconocimiento.

“Haz hecho un gran trabajo con los estudiantes, nos han dado gratos momentos a lo largo de tantos años, deseamos que sigas con esa energía que tienes, esa creatividad tan inmensa, te agradecemos mucho a nombre de la universidad de Sonora, siempre serás bienvenida a puerta abierta”, expresó.

Marcela Denogean Torres, Responsable de Extensión Cultural, felicitó a la docente, recordando que se realizaron muchas actividades, y puestas en escena que quedarán para el recuerdo. “Hicimos un ciclo de un comienzo, esto ha sido un gran aprendizaje, somos bendecidas por vivir estos momentos”, resaltó.

Al finalizar, Prieto Arrizón fue felicitada por una gran cantidad de alumnos y ex alumnos que asistieron a acompañarla, así como su familia. Manifestó estar agradecida con la Universidad de Sonora, ya que a lo largo de sus 23 años siempre recibió todo el apoyo por parte de la institución.

“Son personas de bien, eso es el arte, hacer gente de bien, y a la gente que nos ha acompañado como público, me los llevo en el corazón, del arte y el teatro uno no se jubila, es mi último montaje. Los jóvenes han trabajado muy duro. Más que agradecida con la vida, por haberme puesto en esta Alma Mater”, expresó.